Sequía ecológica: el impacto de la falta de agua en los ecosistemas
Carlos A. Muñoz Robles1 y Martha Bonilla Moheno2
Las sequías impactan en distintos ámbitos de los ecosistemas y la sociedad ¿Cuáles son sus causas y cómo podemos mitigar sus impactos?
El cambio global ha traído múltiples consecuencias al sistema climático terrestre. Una de estas consecuencias ha sido el aumento de las sequías en todo el mundo. Una sequía se define como la variación anormal en la disponibilidad de agua que inicia con la disminución de la precipitación (lluvia o nieve) por debajo del promedio histórico en un periodo determinado y puede presentarse en cualquier región del mundo. A pesar de esta aparente definición simple, la sequía es un fenómeno complejo que debe estudiarse desde distintos enfoques. Por ejemplo, una vez que se presenta la disminución de la precipitación por debajo del promedio (sequía meteorológica) y se prolonga en el tiempo, sus consecuencias pueden entonces propagarse en el sistema de distinta manera, dando origen a diferentes fases. Por un lado, luego de la reducción de la precipitación, el suelo pierde humedad lo que puede afectar la producción de alimentos (sequía agrícola). Además, si el déficit de precipitación continúa, afecta los cuerpos de agua y corrientes superficiales y subterráneas, podría reducir la disponibilidad y el abastecimiento de agua de una región (sequía hidrológica).
La medición de la vegetación es esencial para determinar su estrés hídrico
Sin duda, cualquiera de estas fases de la sequía tiene impactos en el bienestar humano y en la economía de las sociedades; incluso, es la amenaza natural que afecta al mayor número de personas en el mundo. Sin embargo, a diferencia de otros fenómenos naturales como terremotos e inundaciones que tienen impactos dramáticos e inmediatos, la sequía se manifiesta de forma lenta, sigilosa, puede abarcar grandes extensiones del territorio, y sus efectos pueden aparecer incluso años después de su ocurrencia.
Pero ¿qué efectos tiene la sequía en los ecosistemas? Dado que el agua es el recurso vital que genera y mantiene la vida en el planeta, su escasez puede tener repercusiones en cascada sobre los diversos componentes de un ecosistema. La sequía ecológica se refiere a un periodo prolongado en el cual la precipitación o la disponibilidad de agua se encuentra por debajo del promedio y que afecta el funcionamiento de los ecosistemas, incluidas las plantas, los animales y otros organismos. Un aspecto clave de la sequía ecológica es que incluye la reducción de todas las formas de agua disponible que existen en un ecosistema: de la lluvia, del manto de nieve, de aguas subterráneas y ríos, arroyos y humedales. La reducción de la lluvia y humedad del suelo provoca una disminución del crecimiento de las plantas, una alteración de su composición y un aumento del estrés en la vegetación. Las plantas pueden sufrir marchitamiento, la reducción de la fotosíntesis o incluso la muerte. La sequía también aumenta la frecuencia y magnitud de los incendios forestales, ya que acompañada de altas temperaturas, ocasionan que los materiales combustibles (i.e., troncos, ramas, hojarasca, entre otros) pierdan humedad rápidamente y estén disponibles para iniciar un incendio. Las especies animales también pueden ser afectadas por la sequía, ya que una menor disponibilidad de agua puede provocar una escasez de agua y de fuentes de alimento, obligando a los animales a migrar en busca de hábitats adecuados.
Adaptación del diagrama de sequía ecológica del National Drought Mitigation Center, E.U.A.
Los ríos, lagos y humedales son especialmente vulnerables a las sequías ecológicas. Estos cuerpos de agua pueden experimentar una reducción de su volumen, su nivel y un aumento en su temperatura, lo que provoca la degradación y pérdida de hábitat. Como consecuencia, las poblaciones de peces pueden disminuir debido a la pérdida de zonas adecuadas para la reproducción y la alimentación. Además, al afectar a la diversidad y abundancia de especies, las sequías ecológicas pueden tener consecuencias a largo plazo para la biodiversidad. Por otro lado, las sequías ecológicas también afectan la provisión de servicios ecosistémicos, como la purificación del agua, el secuestro de carbono y la fertilidad del suelo, por lo que sus impactos tienen repercusiones directas en el bienestar humano y los medios de subsistencia.
Mitigar los impactos de la sequía ecológica requiere una combinación de estrategias de gestión del agua, esfuerzos de conservación y medidas de adaptación. Éstas pueden incluir en primera instancia la evaluación de su severidad, la aplicación de prácticas sostenibles de uso del agua, y el fomento de la restauración y conservación de los ecosistemas. Por lo tanto, las medidas con las que se enfrenta la sequía ecológica desempeñan un papel crucial para reducir sus impactos y garantizar la resiliencia de los ecosistemas.
Slider: Paisaje Mapimí, Las zonas secas del norte de México experimentan sequías meteorológicas y ecológicas que tienen impactos en los sistemas socioecológicos.
1 Instituto de Investigación de Zonas Desérticas, Universidad Autónoma de San Luis Potosí.
2 Red de Ambiente y Sustentabilidad, Instituto de Ecología, A.C.
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