Monstruos acuáticos de nuestros tiempos

María Alejandra Lozano-Barreto1*, Jesús Alejandro Zamora-Briseño2, Fredy Palacino-Rodríguez3,4 y Rosa Ana Sánchez-Guillén1

La existencia de monstruos acuáticos ha fascinado a la humanidad desde tiempos inmemoriales y prueba de ello son los diversos seres míticos que han sido protagonistas de las historias más increíbles creadas en diferentes culturas alrededor del mundo.

Criaturas como el Kraken, Moby Dick o el Monstruo del Lago Ness, representan sólo algunos ejemplos de seres legendarios icónicos por su gran tamaño, todos capaces de infligir daños mortales a aquellos que tuvieran la mala fortuna de encontrárselos, hundiendo todo tipo de embarcaciones alimentándose de marineros desafortunados. Sin embargo, creíamos que todas estas historias fantásticas eran cosas del pasado y que estábamos a salvo. ¿Pero es esto realmente cierto? Actualmente varios científicos han descubierto nuevos monstruos acuáticos, que, a diferencia de las criaturas legendarias antiguas, estos nuevos monstruos no son enormes, sino microscópicos. Sin embargo, su tamaño no los hace menos peligrosos; de hecho, son incluso más letales. Estos monstruos, se encuentran en cualquier tipo de agua, recorren grandes distancias e incluso llegan hasta las profundidades del océano, algunos se acumulan en lagos y lagunas, mientras que otros se desplazan por los ríos, causando daños a animales y seres humanos. Su modo de ataque es muy sigiloso, ya que no te das cuenta de este hasta que ya es demasiado tarde, los científicos los han denominado como MICROPLÁSTICOS (MPs), pequeñas partículas de plástico, del tamaño de un grano de arena, han surgido como resultado de la degradación de objetos más grandes, como bolsas, botellas e incluso ropa. Sorprendentemente, algunos de estos diminutos monstruos han sido fabricados e incorporados en productos cotidianos, como cremas dentales y geles antibacteriales. Por ello, todos estos pequeños monstruos desembocan en nuestros ecosistemas acuáticos.

Una vez que entran en contacto con el agua, estos monstruos son capaces de recorrer grandes distancias a través del movimiento natural de ríos y océanos gracias a las corrientes. Por esta razón, los MPs tienen diferentes destinos, pues se pueden acumular en lagos, lagunas, aguas subterráneas y finalmente pueden llegar a los océanos de todo el mundo, donde se juntan formando grandes agrupaciones, que contaminan enormes extensiones de agua oceánica, a tal punto, que actualmente, se han identificado gigantescos cúmulos de MPs en los océanos de todo el mundo formando lo que se conoce como islas de microplásticos. Estas islas, son auténticos monstruos marinos que forman grandes parches y se los puede encontrar en la totalidad de los océanos del mundo. Cuando estas micropartículas se agrupan, se convierten en una masa poderosa capaz de causar daños irreparables a los ecosistemas y a los organismos que los habitan.

Algunos sencillos datos podrían ayudarnos a vislumbrar la dimensión de este gigantesco problema. En 1950 se producían alrededor de 2 millones de toneladas de plástico en el mundo, pero en 2015 se llegó a producir 381 millones de toneladas, ¿¡Se imaginan un monstruo creciendo más de 200 veces en menos de un siglo!? Aunque gran parte de los desechos plásticos son incinerados o contenidos en vertederos, se calcula que al menos 1.5 millones de toneladas de MPs terminan en ambientes acuáticos cada año. Datos como estos ayudan a comprender, por ejemplo, el impacto severo que se observa hoy en día en las poblaciones de auténticos gigantes marinos como las ballenas, se estima que estas especies consumen aproximadamente 10 millones de fragmentos de microplásticos por día, lo cual es un hecho lamentable y dramático.

Monstruo marino de la mitología nórdica conocido como Kraken

La ballena es considerada como el mamífero más grande y aún así no se salva del ataque de estos pequeños monstruos

Sin embargo, cualquier persona desinformada puede pensar cosas cómo, ¿En qué me afectan los MPs si yo no vivo en el agua o si mi vida no depende de lo que suceda en los océanos?, Pues resulta que, los microplásticos no solo están presentes en el agua, sino también en los productos marinos que consumimos, como peces, atunes, tiburones y mariscos de origen acuático. Además, no importa dónde vivamos, se estima que cada litro de agua que utilizamos en nuestros hogares contiene al menos 5 partículas de microplásticos. Estos son solo dos ejemplos simples de cómo, de manera inadvertida y sin buscarlo, podemos entrar en contacto con los MPs. Además, independiente de su origen, los MPs tienen el potencial de ingresar a través de nuestro sistema digestivo, viajar por el cuerpo y causar daños en el funcionamiento de nuestros órganos. Estos daños en la salud humana son diversos e incluyen efectos cancerígenos, alteraciones en nuestras funciones digestivas, respiratorias, endocrinas (es decir, en cómo se regulan nuestras hormonas), en nuestras funciones nerviosas o inmunes (es decir, cómo nuestro cuerpo es capaz de responder a las enfermedades). los MPs también pueden tener efectos negativos en el sistema circulatorio, el sistema reproductivo e incluso se han documentado efectos en los bebés durante el embarazo.

La gran pregunta a todo esto es ¿Cómo podemos solucionar este problema? Pues mi querido lector, este es un gran problema que no tiene una solución ni única ni sencilla, pero en la que cada quién puede realizar pequeñas acciones que al igual que estos monstruos, si se acumulan, pueden generar grandes cambios. Acciones puntuales como evitar comprar y usar productos que contengan MPs, reciclar y reutilizar desechos plásticos que utilices o usar productos que sean alternativas al plástico, puede ser un buen comienzo. Además, puedes mantenerte informado con datos objetivos generados por el fascinante mundo de la ciencia donde siempre será más que bienvenida tu curiosidad. Desde allí, también podrías empezar a estudiar preguntas sobre la manera cómo los MPs llegan a diferentes organismos, cuáles son sus efectos sobre la salud de las especies o sobre qué podemos hacer para combatir dichos efectos. Recuerda, uno de los recursos más poderosos que tenemos como humanidad para combatir estos mega-monstruos es el conocimiento. Conocer qué ocurre a nuestro alrededor de manera confiable y estar conscientes que nuestras acciones pueden, en su conjunto, disminuir los efectos lacerantes de los monstruos acuáticos de nuestros tiempos, nos dará mayores herramientas para combatirlos.

 

Referencias

  • Castañeta G, Gutiérrez A, Nacaratte F, Manzano C. 2020. Microplastics: a Contaminant That Grows in All Environmental Areas, Its Characteristics and Possible Risks To Public Health From Exposure. Revista Boliviana de Química37(3), 160–175. https://doi.org/10.34098/2078-3949.37.3.4
  • Kahane-Rapport S. 2021. AN INTEGRATED APPROACH TO UNDERSTANDING HOW BODY SIZE AFFECTS PHYSIOLOGY, ECOLOGY, AND CONSERVATION (Issue June) [STANFORD UNIVERSITY]. https://doi.org/https://purl.stanford.edu/gg952qb9429
  • Yang X, Man Y, Wong M, Owen R, Chow K. 2022. Environmental health impacts of microplastics exposure on structural organization levels in the human body. Science of the Total Environment825, 154025. https://doi.org/10.1016/j.scitotenv.2022.154025

 "La opinión es responsabilidad de los autores y no representa una postura institucional"

1 Red de Biología Evolutiva, Instituto de Ecología, 

2 Red de Estudios Moleculares Avanzados, Instituto de Ecología, Carretera antigua a 

3 Sección Etología, Facultad de Ciencias, Universidad de la República, Montevideo, Uruguay. 

4Grupo de Investigación en Odonatos y otros Artrópodos de Colombia y el Neotrópico, Bogotá, Colombia.

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Slider: Plásticos y microplásticos que llegan a los cuerpos hídricos.