La restauración de los ecosistemas costeros, un componente fundamental para la salud del Golfo de México

Ana Laura Lara-Domínguez, Jorge López-Portillo, Arturo Zaldívar Jiménez y Rosela Pérez Ceballos

El Golfo de México (GdM), con una superficie de 1.55 millones de km2 es el segundo del mundo después del Golfo de Bengala. Está rodeado por tres países (Estados Unidos, México y Cuba) y en él desembocan grandes sistemas fluviales, como la cuenca del río Misisipi (3.2 millones de km2), y los ríos más caudalosos de México.

El aporte de aguas continentales y su conformación explican su gran productividad, que aporta a las pesquerías, pero también a la contaminación y la necesidad de velar por su integridad y salud ambiental tomando en cuenta factores socioeconómicos y la gobernanza marítima internacional. El objetivo es realizar un trabajo colaborativo basado en la ciencia para construir escenarios de manejo integrado y así restaurar y conservar sus recursos naturales costero-marinos, y el valor socioeconómico compartido entre múltiples sociedades, así como la resiliencia ambiental y la riqueza económica regional global.

A partir de enero de 2024 el Instituto de Ecología, A.C. (INECOL) está colaborando en el proyecto del FMAM/PNUMA/UNOPS “IMPLEMENTACIÓN DEL PROGRAMA DE ACCIÓN ESTRATÉGICO DEL GRAN ECOSISTEMA MARINO DEL GOLFO DE MÉXICO (PAE GdM)”, cuyos objetivos son mejorar la calidad del agua, rehabilitar los ecosistemas costero-marinos y evitar el agotamiento de los recursos marinos en el Gran Ecosistema Marino del Golfo de México. Las acciones propuestas han sido diseñadas y están siendo implementadas para abordar los tres retos principales que se han identificado: 1) controlar y reducir la contaminación; 2) recuperar los recursos marinos vivo; y 3) rehabilitar los ecosistemas costero-marinos. 

Vista aérea donde se observa cómo se van construyendo los núcleos de suelo para elevar el nivel topográfico al de referencia. Foto: Ángel Zaragoza

El INECOL, conjuntamente con Asesoría Técnica y Estudios Costeros (ATEC) y  el Instituto de Ciencias del Mar y Limnología – Universidad Nacional Autónoma de México, Estación El Carmen-UNAM (ICMyl-UNAM) trabajan conjuntamente en el Componente 3 del proyecto, que se refiere a la conservación y restauración de la calidad de los ecosistemas costeros y marinos mediante la participación de las comunidades y a la construcción de una mayor cooperación bilateral para mejorar la salud del GdM mediante el enfoque de gestión basada en los ecosistemas. Específicamente en el subcomponente 3.2 Restauración comunitaria de humedales en sitios seleccionados. Para INECOL-ATEC-ICMyL-UNAM, el objeto de estudio son los manglares de Veracruz y Campeche, donde se seleccionaron seis sitios viables a los objetivos y metas del programa. Estos sitios son los manglares asociados a las Lagunas de Tamiahua y de Tampamachoco en Veracruz y en Campeche en San Antonio Cárdenas, Isla del Carmen, Sabancuy e Isla Arena. Se espera como resultado del proyecto preservar y restaurar 3,000 hectáreas de manglar, en cuatro etapas:

En la primera etapa, el compromiso es identificar las áreas de manglar con problemas de degradación y que sean viables para ser restauradas, considerando comunidades interesadas en participar en las actividades del proyecto, viabilidad de la propiedad de la tierra, accesibilidad al lugar, entre otros. Hacer el diagnóstico de su condición y detectar las posibles causas de deterioro del manglar (uso de herramientas como la ecología forense) desarrollando con ello la línea base de las caracteristicas del sistema y las áreas propuestas para la restauración. Estas actividades concluyen en la elaboración de programas de restauración que serán compartidos  con las comunidades y las autoridades buscando ser elegibles para recibir financiamiento. 

En la segunda etapa ya con las comunidades seleccionadas se impartirán talleres para presentar los programas de restauración, se explicarán las actividades y acciones que se aplicarán para la restauración del manglar en cada sitio. También se presentará una secuencia de las actividades que se deben realizar y los avances esperados y metas concluidas. Asimismo, se impartirán capacitaciones para el control de especies invasoras y exóticas. 

Participación en la restauración del manglar de las comunidades aledañas. Foto: Ángel Zaragoza

En la tercera etapa se implementarán, en los seis sitios, actividades y acciones para preservar y prevenir la degradación y en los casos de manglares con degradación implementar acciones de  restauración, haciendo énfasis en la restauración hidrológica basada en el conocimiento científico del ecosistema y la participación de las comunidades locales como ejidos,  a fin de promover la conectividad entre los sitios degradados con los restaurados y con las lagunas costeras a las que están asociados los ecosistemas de manglar. Para esta etapa, se habrán elaborado mapas temáticos y modelos digitales de elevación validados en campo. Antes de iniciar las acciones, los programas serán presentados en detalle a cada una de las comunidades a través de talleres de trabajo. Además, serán capacitados para monitorear el progreso de la restauración. Se espera que el impacto de estas actividades sea significativo, cuantificable y medible, beneficiando al menos 120 personas de la comunidad, y particularmente a reforzar el papel de la mujer en la gestión sostenible de los recursos costero-marinos.

Un nuevo esfuerzo en este proyecto es la implementación de la cuarta etapa en la cual se estimará el almacén de carbono en cada sitio tanto el que se encuentra arriba del suelo (árboles y arbustos), por debajo del suelo (raices y rizomas), además del sedimento del manglar hasta un metro de profundidad.

Estas acciones contribuyen al conocimiento de los ecosistemas del GdM hacia una gestión integrada para la conservación, restauración, así como prevenir que continue el deterioro de la calidad de un ecosistema costero-marino relevante como los manglares.

 

La opinión es responsabilidad de los autores y no representa una postura institucional

Slider: vista del manglar cinco años después de la restauración (2024). Jorge López Portillo