La delimitación de sistema ambiental y su función en las evaluaciones de impacto ambiental en proyectos de desarrollo

César Augusto Gallo Gómez, Oswaldo Trinidad Hernández, Rodolfo Augusto López Polanco y Rafael Villegas Patraca 

Es de vital importancia que los proyectos de desarrollo cuenten con una delimitación de un sistema ambiental, que provea un contexto del sitio donde serán ubicados los proyectos con respecto a las características ambientales de su alrededor.

Esto ayuda a facilitar el conocimiento del o los ecosistemas circundantes al sitio, para así, establecer acciones específicas en temas de mitigación de posibles afectaciones que pudieran presentarse en el medio ambiente.

El ser humano siempre ha generado un impacto en el ambiente, sin embargo, en tiempos “modernos”, con el crecimiento tanto tecnológico como poblacional se ha venido ejerciendo una presión significativa sobre el entorno y la naturaleza; lo que, a su vez, ha conllevado al desarrollo de efectos negativos. Estas afectaciones repercuten a todos los ecosistemas y los seres vivos, incluido el ser humano.

Particularmente, las modificaciones de la cobertura vegetal o cambios de uso del suelo han sido una de las actividades que más repercusiones traen consigo, puesto que las principales problemáticas que desencadena este proceso de manera directa son la pérdida del hábitat para las especies de flora y fauna, así como modificaciones al paisaje e impactos ambientales de distintas magnitudes. 

Entre los efectos más claros de impactos ambientales indirectos a causa del cambio de uso del suelo por las actividades humanas se encuentran el aumento de los niveles de erosión, deslaves o derrumbes de cerros y la ocurrencia de inundaciones, entre otros. De la misma manera, la propia naturaleza puede propiciar impactos ambientales los cuales pueden ser originados por eventos de huracanes, sismos e incendios forestales, por mencionar algunos; aunque como ya fue indicado previamente, los impactos causados por las acciones del hombre ejercen mayor presión sobre la resiliencia o adaptación de los ecosistemas. 

A grandes rasgos, a nivel mundial, las acciones para tratar de revertir los daños ambientales mediante políticas de protección ambiental datan a inicio del siglo pasado, sin embargo, esto no se concretaría hasta la década de los 70’s, con la conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano celebrada en la ciudad de Estocolmo, Suecia (Bernauer, 1995 y Dehays, 2000). A este evento le seguirían una serie de cumbres, tratados y convenciones que se mantienen hasta el día de hoy, lo que ha desarrollado un cambio en las políticas de los gobiernos con especial énfasis en la conservación de la diversidad biológica y el uso sostenible de los recursos naturales.

Ejemplo de elementos a considerar para la delimitación de un SA/SAR. Tomada de la Guía para la elaboración de la Manifestación de Impacto Ambiental Regional, SEMARNAT, 2022. Disponible en: https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/698811/Guia_MIA-Regional-enero-2022.pdf

 

En México, las políticas de protección ambiental dieron sus primeros pasos en los años 80’s y 90’s (Micheli, 2002). Tomando en cuenta estos preceptos, se estipuló que todos los cambios de uso de suelo que sean propiciados por el desarrollo de algún proyecto de cualquier índole o sector productivo (por ejemplo, energía eléctrica, transporte, desarrollo turístico, minería, instalaciones de servicios, etc.) deben de ser sometidos a estudios de evaluación de impacto ambiental; los cuales corresponden a documentos de política ambiental definidos previamente por la autoridad correspondiente, los cuales tienen la finalidad de definir acciones para prevenir, aminorar y rehabilitar los daños originados por los proyectos al medio ambiente, así como regular las actividades del proyecto para reducir sus efectos negativos en el entorno.

Y es en el fundamento de dichos documentos en donde la autoridad ambiental solicita que se diseñe un área de estudio, región o espacio que contenga ecosistemas, elementos del medio ambiente o tipos de vegetación que sean representativos del sitio o predio en donde se pretende instalar o insertar un proyecto; para posteriormente mediante un análisis hacer una identificación y evaluación de los impactos del proyecto sobre dicha superficie y su ambiente. Esta región recibe el nombre de Sistema Ambiental (SA) o Sistema Ambiental Regional (SAR), y su nomenclatura/tamaño se encuentra en estrecha relación con el tipo de sector al que pertenece el proyecto a instalar y sobre todo a sus dimensiones (proyecto local o regional) o incluso su ubicación precisa.

La importancia de que los proyectos de desarrollo cuenten con un SA o SAR radica en cumplir lo que la autoridad ambiental mandata, ya que la falta del mismo es considerada una carencia al interior de los estudios de impacto ambiental; pero lo más importante de contar con la definición de dicha región es que permite a quien diseña el estudio de impacto tener un contexto de la zona en donde se instalará un proyecto; y de esta manera se facilita la comprensión del entorno cercano a la ubicación del mismo. Además de ello, mediante el uso de información documental, cartografía, trabajo de campo y diversos análisis se pueden demostrar todas las características físicas, biológicas y sociales de las inmediaciones del proyecto, lo que ayudará a conocer las posibles afectaciones que este podría presentar y a su vez, definir qué acciones tomar y dónde aplicarlas para que los impactos sean minimizados. 

Otro aspecto importante de delimitar el SA-SAR consiste en ayudar a diseñar los trabajos de campo que deben de realizarse para obtener información de primera mano sobre las principales características ambientales del sitio; su biodiversidad y el estatus de protección ambiental para las especies presentes, aspectos que deberán considerarse en la propuesta de acciones de prevención, mitigación y protección durante las fases de desarrollo de los proyectos. 

Delimitación de un SAR hipotético que considera todos los ambientes por los que atraviesa la construcción de una carretera

 

En cambio, es conveniente mencionar que para elaborar un SA o un SAR no hay una receta con pasos a seguir; sin embargo, las guías que elabora la autoridad ambiental indican que se debe de cotejar la ubicación del proyecto respecto a los ríos y corrientes de la zona donde se ubica el proyecto (cuencas hidrográficas), la existencia de Ordenamientos Territoriales y sus políticas ambientales, o inclusive verificar zonas ambientales de atención prioritaria. No obstante, las guías también hacen hincapié en que el sistema que se delimite debe de contar con elementos y componentes ambientalmente relevantes, mismos con los que el proyecto interactuará en espacio y tiempo, pudiendo ser flora, suelo, hidrología y corredores biológicos, por mencionar algunos. De esta manera, todos los diversos insumos que se empleen para acotar un sistema ambiental robustecerán la delimitación de la región donde se ubicará el proyecto, por lo que la inclusión de las unidades de paisaje como uno de los principales elementos para delimitar el sistema engloba en gran medida los componentes citados en las guías de la autoridad ambiental, ya que estas tienen origen en el tipo de suelo, de roca, de clima, de relieve y de vegetación del sitio del proyecto y sus inmediaciones. Además de esto, tomar en cuenta instrumentos jurídicos cómo leyes, reglamentos, bandos, limites administrativos o incluso limites artificiales (carreteras) y otros estudios de acuerdo a los niveles de gobiernos establecidos, ayudarán a reforzar la delimitación de la región circundante al sitio donde se instalará el proyecto.

Es importante recalcar que el proceso de creación del SA y/o SAR debe ser apoyado por algún instrumento geoinformático; actualmente, los Sistemas de Información Geográfica (SIG), son una herramienta que permite analizar espacialmente los componentes que se interrelacionan con el predio u obras del proyecto, así como la cercanía/lejanía de estos con el proyecto y de esta forma definir de una mejor manera la región de estudio, lo que facilita la tarea de quien diseña el SA o SAR del proyecto. Una característica del empleo de los SIG es que se puede generar cartografía que justamente muestre el proceso de elaboración del SA y/o SAR, misma que será de gran utilidad para la autoridad ambiental que evaluará la pertinencia del proyecto. 

Finalmente, es necesario aclarar que los proyectos de desarrollo no siempre traen grandes problemáticas consigo. En la mayoría de los casos generan grandes oportunidades para el desarrollo de las comunidades donde se encuentran inmersos, así como grandes avances en la restauración de ecosistemas históricamente perturbados, es por ello el especial énfasis en la importancia de la delimitación de los Sistemas Ambientales ya que estos, además de ser un requisito que la autoridad solicita, también fungen como apoyo para estudiar, comprender y configurar el medio ambiente circundante a los proyectos.

Referencias

  • Micheli, J. (2002). Política ambiental en México y su dimensión regional. Región y sociedad, 14(23)
  • Bernauer, T. (1995). The effect of international environmental institutions: how we might learn more. International Organization. 49(2):351-377
  • Dehays, J. (2000). “Medio ambiente”, en Baca, L., Bosker, J., Castañeda, F., Cisneros, H. y Pérez, G. Léxico de la política, Fondo de Cultura Económica, México.

Slider: Las diferencias en el paisaje y los contrastes entre los elementos que lo integran ayudan a delimitar de menor manera los SA/SAR. Imagen capturada en las inmediaciones de Ciudad Juárez, Chihuahua. Fotografía: Oswaldo Trinidad Hernández.