Energías marinas renovables y sus efectos ambientales en México
Alejandra Alamillo Paredes y Octavio Pérez Maqueo
Red de Ambiente y Sustentabilidad
Las energías marinas renovables son una alternativa para la generación de electricidad. Su implementación debe hacerse evitando los impactos ambientales negativos asociados a estas tecnologías.
La producción de energía marina renovable (EMR) se prevé como una alternativa potencial para la generación de electricidad que abastezca a regiones cercanas a la costa y donde la transmisión desde otras fuentes es complicada. Hasta ahora, las principales tecnologías de este tipo se han instalado sobre todo en regiones templadas y están basadas en obtener energía a partir del oleaje y las mareas. Por su naturaleza, las condiciones físicas y químicas de las zonas tropicales ofrecen una mayor variedad de opciones disponibles para generar energía: por oleaje, por mareas, por diferencia en el gradiente salino, por corrientes marinas o por inversión térmica (OTEC). Obviamente las condiciones de las zonas tropicales también han favorecido la presencia de diversos ecosistemas ricos en especies. La combinación entre las opciones de energía y la diversidad de ecosistemas incrementa la posibilidad de producir distintos impactos ambientales y obliga a tener un cuidado especial en la generación de energía marina renovable en estas regiones del planeta.
Para poder explotar este tipo de recurso es necesario considerar los efectos que se puedan producir en el ambiente a partir de las diferentes actividades asociadas a su producción. Estas van desde la construcción de nuevos caminos para acceder a los sitios de instalación, hasta a los efectos que deriven del funcionamiento activo de los dispositivos ya dentro del agua y la transmisión de la energía a tierra. Los efectos producidos pueden ser tanto positivos como negativos y su influencia puede tener diferentes períodos de duración. Se pueden registrar impactos negativos de corto tiempo, como la perturbación del sitio al levantar sedimento del fondo marino cuando se instala la base de algún dispositivo, También hay impactos puntuales como la colisión entre organismos marinos (por ejemplo, mamíferos marinos) con partes móviles de los dispositivos (aspas) pero cuyos efectos pueden ser de importancia afectando especies carismáticas. Dentro de los efectos positivos en el corto plazo podemos mencionar la generación de empleos y a mediano plazo la formación de sitios de refugio para algunos organismos que empiezan a colonizar estructuras nuevas en el mar, conocido como efecto arrecife. Considerar el número de dispositivos en un mismo sitio también es importante. Es posible que la instalación de un dispositivo no afecte mucho, pero si se implementan granjas con muchos de ellos en un solo lugar podría llevar al desplazamiento de especies a otras regiones.
Radar para medir oleaje y corrientes marinas en la estación del ICML-UNAM, en Puerto Morelos, QR
Debido a la posición geográfica en la que se encuentra México, la producción de energía a partir del mar es una opción viable. El Centro Mexicano de Innovación en Energía del Océano (CEMIE-Océano) ha comenzado a explorar la factibilidad de desarrollar algunas tecnologías. Entre los diversos recursos de energía marina renovable presentes en México, la que se aprovecha por la diferencia de temperatura en el agua a diferentes profundidades (OTEC) tiene un alto potencial de producción. La topografía del fondo marino y la diferencia de temperatura adecuados para aprovechar este recurso se encuentran a lo largo de las costas del Pacífico y del Mar Caribe. Para su instalación, hay que considerar las características ambientales propias de cada sitio, pues son sumamente diferentes entre estas zonas. Así, instalar una planta OTEC en el Pacífico puede tener efectos ambientales muy diferentes a los que se producirían en alguna zona del Caribe como por ejemplo Cozumel. Impactos importantes como traer nutrientes que estaban alojados en el fondo a la superficie, o mover y redistribuir masas de agua del océano, podrían representar efectos muy diferentes entre los ecosistemas del Pacífico y los del Caribe. Proyectos OTEC podrían desarrollarse en la Isla de Cozumel si se toman medidas para minimizar estos efectos, considerando también evitar el hábitat de manglares y áreas naturales protegidas. En la región se están analizando otras tecnologías de EMR, como las turbinas que utilizan las corrientes oceánicas y sus efectos serían muy diferentes a los considerados para OTEC. Por el tipo de tecnología que se utiliza con corrientes marinas (turbinas) los efectos que se podrían considerar son eventos de colisión con animales marinos, generación de ruido o de campos electromagnéticos, que de igual manera afecta a los organismos que habitan esas zonas.
Las energías marinas renovables pueden ser una verdadera alternativa para llevar energía a comunidades remotas cercanas a la costa, pero es importante hacerlo desde una manera integral considerando el entorno en donde tendrán efecto y siempre tener en cuenta la aceptación y participación de la sociedad. Para ello aún estamos a tiempo de tomar medidas preventivas que nos aseguren desarrollar estas tecnologías de la mejor manera posible. Una de ellas, es conocer el estado de salud previo de los socio-ecosistemas donde se planea instalar la tecnología. Con esta información podremos tener un punto de referencia para saber si la condición de los socio-ecosistemas mejora o empeora durante la operación de esta, así podríamos enfocarnos a mantener no sólo especies importantes sino también su hábitat e implementar medidas de mitigación más eficientes y satisfacer las necesidades de las comunidades locales.
Imagen 2: Prototipo de planta OTEC de tipo ciclo cerrado a escala laboratorio de 1 kW de generación eléctrica. UNICARIBE, UNAM y UABCS
Crédito: CONACYT-SENER-Sustentabilidad Energética, proyecto FSE-2014-06-249795 “Centro Mexicano de Innovación en Energía del Océano (CEMIE-Océano)
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