De moscas saprófagas a plagas agrícolas
Andrea Birke y Laura Navarro de la Fuente
Red de Manejo Biorracional de Plagas y Vectores
Las moscas (Diptera) son uno de los grupos de organismos más diversos del planeta. Existen cerca de 160,000 especies descritas que representan casi el 10% de la diversidad mundial; sin embargo, aunque parezca sorprendente, aún faltan muchas especies nuevas por descubrir. La diversidad de este grupo se refleja también en los múltiples estilos de vida, hábitos alimenticios y comportamientos que estos pequeños insectos despliegan, por lo que son clave en su entorno.
Las moscas de la fruta del género Neosilba spp., también conocidas como moscas “lanceta” por la forma característica de su ovipositor, pertenecen a un grupo de insectos de la familia Lonchaeidae, una familia de moscas tefritoideas evolutivamente primitivas. Generalmente, esta familia de moscas presenta adultos pequeños (4 mm) con cuerpo negro-azulado y reflejos metálicos. Preferentemente, viven en zonas boscosas de todo el mundo, aunque algunos grupos se han adaptado a áreas agrícolas.Las especies de esta familia se caracterizan porque en su mayoría han mantenido hábitos alimenticios saprófagos, es decir, se alimentan de materia en descomposición. Las especies del género Neosilba spp. se distribuyen predominantemente en Sudamérica, siendo Brasil el país que presenta mayor diversidad. En México existen pocos reportes, ejemplo de estos son Neosilba batesi una especie de mosca recuperada tanto de aguacates como de guanábana y Neosilba mayor que se ha obtenido de chiles.
Una de las características de estas moscas es que, para depositar sus huevos, utilizan pequeñas perforaciones que otras moscas realizaron previamente en frutos y vegetales. Por lo general, ocupan las pequeñas hendiduras de oviposición hechas por hembras de tefrítidos, que son otro grupo de moscas conocidas como plagas agrícolas (Imagen 1). Este comportamiento los clasifica como insectos oportunistas y nos invita a preguntarnos ¿qué ventaja tendrá utilizar frutos previamente colonizados por otros insectos? ¿qué acaso no dominarán las larvas grandes a las chicas que recién inician su ciclo? En principio, colocar huevos en el mismo sitio donde existen individuos más grandes debería ser desfavorable, provocando competencia entre larvas. Sin embargo, este no siempre es el caso, ya que el calor y la fermentación que genera la actividad de muchas larvas en un mismo sitio puede favorecer el desarrollo larvario, donde el desarrollo de más larvas algunas veces supone más fermentos por la proliferación de microorganismos, lógicamente, todo esto hasta un límite.
Además, no debemos olvidar que los requerimientos nutricionales entre especies y géneros de insectos varía, lo que permite que dos especies puedan cohabitar un mismo fruto sin verse afectados, tal es el caso de la mosca africana de los higos Zaprionus indianus que se desarrolla en guayabas ya ocupadas por otras especies de tefrítidos (Imagen 2).
Recientemente, hemos encontrado abundantes individuos de Neosilba spp. provenientes de frutos de guayaba rosada de plantaciones en Morelos, México; y se ha observado que un alto porcentaje provenía de frutos previamente ovipositados por el tefrítido Anastrepha striata, conocido también como la mosca de la guayaba. Sin embargo, también reportamos que esta especie no requiere necesariamente utilizar oviposiciones de otros insectos para desarrollarse en el fruto. Este tipo de hallazgos son cada vez más frecuentes como consecuencia del desplazamiento de insectos, tanto por el calentamiento global como por el efecto de la deforestación o cambio de cultivo. En Brasil, algunas especies de Neosilba spp. son consideradas plagas de importancia económica, un ejemplo es el caso del feijo, una fruta parecida a la guayaba que se produce abundantemente en centro y Sudamérica, en cuyo caso las moscas de la especie Neosilba pradoi son un problema grave para productores. Otro ejemplo similar se da en plantaciones de cítricos y yuca, en cuyo caso se implementan medidas fitosanitarias para evitar daños a la producción hortofrutícola. Actualmente trabajamos sobre la identificación morfológica y molecular de los adultos para saber con precisión de qué especie se trata, lo que seguramente será un primer reporte de Lonchaeidae para guayaba en México (Imagen 3).
Referencias
- Courtney, G. W., Pape, T., Skevington, J. H., & Sinclair, B. J. (2017). Biodiversity of Diptera. En: R.G. Foottit & P. H. Adler (Eds.) Insect Biodiversity: Science and Society, 2nd ed., pp. 229-278, Wiley-Blackwell, New Jersey, USA.
- do Nascimento Lemos, L., Adaime, R., Costa-Neto, S. V., de Deus, E. D. G., de Jesus-Barros, C. R., & Strikis, P. C. (2015). New findings on Lonchaeidae (Diptera: Tephritoidea) in the Brazilian Amazon. Florida Entomologist, 98, 1227-1237.
- Fernandes, J. M., & Couri, M. S. (2016). Family Lonchaeidae. Zootaxa, 4122, 566-575.
- Souza, G. K., Pikart, T. G., Strikis, P. C., de Oliveira, V. L., Bender, M., Boff, P., & Boff, M. I. C. (2019). Lance flies (Diptera: Lonchaeidae) associated with Acca sellowiana (Myrtaceae) in Lages, Santa Catarina, Brazil. Florida Entomologist, 102, 249-250.
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Slider:Individuo de la familia Lonchaeidae posado en hoja. Imagen tomada de iStock 1534287614 con licencia y créditos otorgados.