¡Cuidar entre todos es mejor! Un ejemplo de éxito en la conservación y manejo forestal comunitario

Valeria Huerta Saavedra1, Armando Contreras-Hernández1 y Carolina Álvarez-Peredo1

Los bosques de México poseen una gran importancia debido al papel biológico que desempeñan y a sus funciones socioecológicas. Actualmente, y a partir del auge del concepto de sustentabilidad en los años 80´s, el diseño de estrategias de aprovechamiento forestal se debate en la disyuntiva entre maximizar la producción o fomentar la conservación de los recursos forestales.

Lo anterior debido a que, por una parte, los recursos forestales son generadores de empleos e ingresos económicos, a la vez que proveen bienes a la sociedad y servicios ecológicos primordiales, como fijación de carbono, regulación de la temperatura, protección de cuencas hidrológicas, abastecimiento de agua para las comunidades humanas y como hábitat para diversas especies.

Sin embargo, hoy en día, la urgencia global por hacer frente a la acelerada degradación ambiental, enfatiza la necesidad de diseñar e implementar estrategias de manejo y aprovechamiento forestal que busquen alcanzar un punto óptimo entre conservación y rendimiento de producción. Esto significa que, para que el aprovechamiento forestal sea sostenible, el volumen de madera extraída debe ser menor a la regeneración natural de los bosques. Cuando esta condición no se cumple, los bosques se degradan, y las comunidades humanas que dependen de este recurso para el sostenimiento de su modo de vida, deben recurrir a estrategias de producción secundarias, como la producción de plantas en invernadero. 

Los reservorios más importantes de madera en el país se encuentran en los bosques mixtos de coníferas y latifoliadas (asociaciones de pino-encino o encino-pino), seguido de las selvas altas y medianas, los bosques de coníferas, y los bosques de latifoliadas. 

 

Fuente: Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO) e Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), 2014. Extensión y distribución residual aproximada de ecosistemas en México, incluyendo formaciones forestales. 

 

En México, existen principalmente dos figuras socio-jurídicas de aprovechamiento forestal regulado; las Unidades de Manejo para la Conservación y Aprovechamiento Sustentable de la Vida Silvestre (UMA), y los ejidos forestales. Estos últimos constituyen uno de los ejemplos de manejo comunitario más exitosos en América Latina, aun cuando se trata de una figura social y administrativa propia y exclusiva de México. El ejido constituye una estructura de unidad territorial, en el cual las tierras de cultivo de una localidad, son comunales y generalmente asignadas a los pobladores en pequeñas parcelas para ser cultivadas bajo un sistema comunal de tenencia de la tierra con reconocimiento y autonomía por parte del gobierno federal. El aprovechamiento de los recursos maderables bajo este esquema, debe ser autorizado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), a partir de la elaboración de un Plan de Manejo. 

La actual gobernanza de los bosques comunales incentiva una mayor participación social en su protección, lo que favorece a su vez, la transparencia en el manejo de los recursos forestales. Sin embargo, ello conlleva también un gran reto de organización social. En la experiencia mexicana de manejo forestal comunitario, se manifiesta también la constante complejidad de alcanzar el equilibrio entre economía y conservación, siempre bajo las premisas del aprovechamiento sustentable. Pero la pregunta prevalece... ¿un sistema de manejo forestal comunitario puede alcanzar o no la sustentabilidad? 

Un estudio reciente desarrollado en el Instituto de Ecología A. C. (INECOL), en el que se evaluó el nivel de sostenibilidad en los procesos de producción forestal de ejidos forestales en el centro del estado de Veracruz, reveló que, los ejidos forestales pertenecientes a la UMAFOR (Unidad de Manejo Forestal) Valle y Cofre de Perote, representan una forma  adecuadamente sostenible de aprovechamiento de los recursos maderables de la región, en donde han logrado alcanzar un “equilibrio” entre el bienestar social y el bienestar del ecosistema. Los indicadores biológicos analizados en este estudio, permiten inferir un adecuado manejo de la diversidad forestal, como resultado de un aprovechamiento racionado y planificado, con técnicas de producción que permiten la regeneración natural de los bosques. 

Fuente: Elaboración propia. Huerta-Saavedra 2023. Modificado de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN). Barómetro de la Sostenibilidad que ejemplifica el nivel de sostenibilidad de un ejido forestal en la UMAFOR Valle y Cofre de Perote en el estado de Veracruz. 

 

Sin embargo, ya que la sostenibilidad depende también de un adecuado y próspero desarrollo socioeconómico de las comunidades que manejan los recursos, resulta razonable entender que el nivel de sostenibilidad alcanzado por cada ejido como sistema forestal, se encuentra en constante evolución. Estos tienen la capacidad de dirigir sus esfuerzos de producción hacia el cumplimiento de más y mejores objetivos de sostenibilidad, es decir, pueden alcanzar niveles de sostenibilidad más altos, ya que se trata de sistemas socioecológicos dinámicos en tiempo y espacio. 

Los esfuerzos de manejo, aprovechamiento y conservación comunitaria de los recursos forestales en el estado de Veracruz, constituyen una gran labor, que ha encontrado en la participación colectiva a través de los ejidos forestales, las estrategias adecuadas para sortear y solventar los retos sociales que imponen los bienes de uso común. Más allá de ello, es de reconocer la gran labor que los orgullosos trabajadores de los bosques de la región han realizado a través de generaciones, creando paulatinamente un vínculo con el medio, que es a la vez su hogar y sustento. Para impulsar y fortalecer más casos de éxito como el de los ejidos forestales del centro de Veracruz, es indispensable contar con políticas públicas pertinentes, eficaces y adecuadas al contexto socioambiental, así como acceso a asesoría y capacitación oportunas para los miembros de las comunidades forestales.

 1 Red de Ambiente y Sustentabilidad. Instituto de Ecología A. C. 

La opinión es responsabilidad de los autores y no representa una postura institucional