Áreas verdes urbanas en ciudades costeras

Debora Lithgow1 y Juan José Von Thaden2

Las áreas verdes urbanas son claves para el mantenimiento de distintos beneficios para la sociedad, como la regulación de temperatura en ciudades costeras. 

Palabras claves: áreas verdes, temperatura, ciudades costeras.

Las áreas verdes son un elemento estratégico para la sostenibilidad de las ciudades y desde hace mucho se reconoce que contribuyen a mejorar la calidad de vida de los habitantes al proporcionar múltiples beneficios. Por ejemplo, la sombra de los árboles incrementa la humedad en el aire ayudando a regular la temperatura de los alrededores. Por su parte, además de producir oxígeno, las hojas atrapan partículas de contaminación, como polvo y hollín, funcionado como filtros que mejoran la calidad del aire. También, las áreas verdes amortiguan el ruido y funcionan como sitios de recreación.

 Calles y árboles. Fotografía por Enrique Vázquez  (//www.flickr.com/photos/16989146@N06/39430791232/)

A pesar de los beneficios que obtenemos de las áreas verdes urbanas, a veces olvidamos protegerlas y son transformadas en planchas de concreto o son eliminadas para ampliar vialidades. Los efectos de la transformación en nuestro bienestar son muy notorios en ciudades con un crecimiento rápido y desordenado, como en las ciudades costeras que tienen un crecimiento más acelerado que las ciudades ubicadas tierra adentro. 

El crecimiento acelerado de las ciudades costeras se debe a que a la mayoría de las personas nos encanta la costa, pero también a que su ubicación es estratégica para actividades de gran relevancia económica, por ejemplo, el turismo de sol y arena o el transporte marítimo que hasta la actualidad es el eje del comercio mundial. Si bien las actividades costero-marinas son vitales para las economías de países como México, el crecimiento desordenado de las ciudades compromete la salud de sus habitantes porque incrementa la temperatura. 

El incremento de temperatura en las ciudades se debe a diversas causas como al calor generado por los automóviles y aires acondicionados, y a la dificultad para la liberación del calor acumulado en áreas grises. Los efectos de este incremento de temperatura en la salud humana son muy diversos e incluyen cuadros de deshidratación, golpes de calor, problemas cardiovasculares, entre otros. Si consideramos que estos efectos se están agravando con el Cambio Climático y la destrucción de los ecosistemas remanentes en los alrededores de las ciudades, nos damos cuenta de que es urgente diseñar medidas que permitan recuperar áreas verdes urbanas costeras. De esta manera podríamos incrementar los beneficios para los habitantes humanos de estas ciudades y para las otras especies animales que viven en estas áreas o las utilizan como “puentes” para llegar a zonas mejor conservadas. 

Uno de los retos a enfrentar antes de lanzarnos a recuperar áreas verdes es que nunca hay recursos suficientes. En consecuencia, necesitamos elegir sitios prioritarios considerando la necesidad de la intervención y los beneficios que podríamos obtener para los seres humanos y la biodiversidad. Además, en este tipo de decisiones debemos considerar que un área verde urbana puede tener muchas formas, incluyendo camellones, parques y azoteas verdes, etc. y no todas las opciones se pueden implementar en todos los lugares.

Actualmente, estamos evaluando los beneficios que obtendríamos de recuperar áreas verdes urbanas en ciudades costeras como el Puerto de Veracruz. Esta es una ciudad que, aunque es muy antigua, en la última década ha tenido una expansión urbana acelerada acompañada de un incremento poblacional de más del 10 % en ese mismo periodo. Este crecimiento ha estado acompañado de la desaparición de áreas verdes y del incremento de temperatura, pero para saber si están relacionados debemos mirar más de cerca. 

El primer paso fue identificar si existen zonas de la ciudad en donde la temperatura es más elevada y sí, en la Figura 1 se puede observar que la temperatura superficial varía dependiendo de la zona de la ciudad. A su vez, esta zonación parece estar relacionada con cuán verde esa parte de la ciudad. El segundo paso fue conocer la situación actual del paisaje, incluyendo la identificación de las áreas verdes usando imágenes satelitales (Figura 2). Además, con los mapas de calor y vegetación encontramos que sí existe diferencia de temperatura entre las zonas con más áreas verdes y las zonas más grises. Así, pudimos ubicar aquellas zonas de la ciudad donde es necesario incrementar la vegetación (Figura 3).

Los siguientes pasos de esta investigación están enfocados en proponer diferentes alternativas para recuperar áreas verdes mezclando opciones y modelando los beneficios. Lo bueno es que no necesitamos esperar a que logremos estos resultados, todas las personas podemos ayudar a incrementar las áreas verdes con acciones pequeñas como plantar un árbol en tu casa. Simultáneamente, necesitamos impulsar acciones ambiciosas como unirnos alrededor de esfuerzos de restauración de dunas, reforestación de camellones, instalación de jardineras y de techos verdes. 

En muchos lugares del mundo se ha demostrado que la combinación de pequeñas acciones favorece la recuperación de áreas verdes y de los beneficios que obtenemos de estas, incluyendo algunos que cada vez serán más necesarios como el control de la temperatura. 

 

Slider: Árboles aislados en la ciudad. Fotografía por Enrique Vázquez (//www.flickr.com/photos/16989146@N06/39430790612/

Red de Ambiente y Sustentabilidad. INECOL. 2 Universidad de la Sierra Juárez, Oaxaca